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  • Galicia vuelve a cumplir con la deuda pese a los impagos de Hacienda

    A pesar de las «tensiones» de tesorería que ha sufrido la Xunta durante todo el 2019, la Consellería de Facenda ha conseguido cerrar otro ejercicio cumpliendo con los objetivos de déficit y deuda fijados en los presupuestos y con el pago a proveedores dentro de los tiempos que fija la ley, aunque con cifras peores respecto a otros años, según las primeras estimaciones. Lo hace, eso sí, incluyendo el ingreso de los 204,7 millones de euros correspondientes a la última mensualidad del IVA de diciembre del 2017 que está generando la discusión política entre todas las comunidades y la ministra de Hacienda. La Xunta va a computar como ingresos estos recursos, que estaban incluidos en los presupuestos gallegos del año pasado tras el compromiso de María Jesús Montero de que se iban a abonar cuando se aprobasen unos presupuestos que nunca vieron la luz. 

     

    Con este apunte, el informe trasladado al Consello da Xunta por el conselleiro de Facenda hace constar que la Administración gallega cumplió con el objetivo de déficit público, que era del 0,1 % para todas las comunidades. Los primeros cálculos sitúan este porcentaje entre el 0,08 y el 0,09 %, por debajo en cualquier caso del listón fijado por el Consejo de Política Fiscal.

    Además, se redujo el endeudamiento por tercer año consecutivo. La estimación es que se cierre el ejercicio en una ratio de deuda y PIB en el entorno del 17,5 %, cuando el autorizado era del 17,9 %. Además de adelgazar el endeudamiento absoluto, Galicia consiguió cerrar el 2019 como una de las comunidades autónomas que pagan con más celeridad a sus proveedores, aunque empeoró su media respecto a los últimos años. Los abonos se hicieron en 19 días de media, cuando el límite, que superan varias comunidades, es 30. Por último, Galicia también fue una de las comunidades con mayor esfuerzo inversor. El peso del gasto de capital fue del 11,4 %, frente al 5,8 % de la media autonómica.

     

    Feijoo valoró el «cumprimento de todos os requisitos» en un año complicado en el que la caja autonómica tuvo que recurrir a pólizas de crédito para responder por los pagos ordinarios, ya que buena parte del montante de las entregas a cuenta que debe liberar el Gobierno central no entraron en caja hasta el 30 de diciembre.