La crisis de la deuda, lejos de remitir, se recrudece. El riesgo país de España bordea sus récords por encima de los 200 puntos básicos, y los seguros de impago (CDS) se encarecen hasta nuevos máximos históricos, por encima de los 275 puntos.
Los inversores siguen sin conceder una mínima tregua en los mercados de deuda pública y derivados. La tensión mantiene al borde o en zona de máximos históricos los diferenciales de rentabilidad de la mayor parte de los países de la periferia europea.
Sólo el resultado relativamente alentador de la subasta de deuda a corto plazo realizada por Grecia y los rumores de nuevas compras de bonos periféricos por parte del BCE moderan las alarmas.
Fuente: Expansión.com