La situación económica augura repuntes en los impagos de las pequeñas y medianas empresas y las hipotecas de particulares. Cuanto más dura la crisis, más se extiende la mora a sectores distintos del ladrillo.
Pocos banqueros están dispuestos a admitir, de cara al público, que están preocupados por la evolución de la calidad de sus carteras de préstamos a pymes e hipotecas a particulares. Sin embargo, esta preocupación, respaldada por los informes de varios analistas, sí existe en el sector. Si la economía no empieza a crecer, condicio sine qua non para que el empleo pueda iniciar a recuperarse, las pymes serán el próximo quebradero de cabeza de la banca.