La morosidad de la banca española, equivalente al porcentaje de créditos impagados con respecto al total concedido, empeoró ligeramente en agosto hasta el 5,24 % desde el 5,23 % del mes anterior, la primera subida desde el pasado enero, y lo hizo debido a la caída del saldo crediticio.
Según los datos provisionales que ha publicado este martes el Banco de España, el "stock" del crédito concedido hasta finales de agosto por las entidades financieras españolas bajó a 1,198 billones de euros desde los 1,204 billones de julio.
A esta caída se unió la registrada por el saldo de impagados, que se situó en 62.813 millones de euros, su nivel más bajo en casi diez años, frente a los 63.003 millones de julio, una bajada inferior a la del crédito, que explica la pequeña subida de la mora.
Según explica el portavoz de la patronal bancaria, AEB, José Luis Martínez Campuzano, el recorte de la morosidad de los últimos años "no ha hecho honor a la fuerte caída" del indicador en términos absolutos, ante "la continuidad de la reducción de la deuda acumulada en el pasado especialmente por las familias".
"El esfuerzo de los bancos y la mejora en las condiciones de financiación, en un contexto de crecimiento, explican la fuerte caída de la morosidad desde los niveles (máximos) del 13,7 % a finales de 2013", añade.
Sin embargo, el indicador ha mejorado en 1,1 puntos porcentuales en comparación con agosto de 2018, desde el 6,34 % marcado entonces, pese a los dos pequeños avances puntuales registrados, el primero en enero, cuando subió al 5,87 % desde el 5,81 % del mes anterior, y el segundo, este de agosto.
Y en los ocho primeros meses del año, la mora ha bajado en casi un 0,60 %, ya que terminó 2018 en el 5,81 %.
Además del dato general del sector financiero, el Banco de España publica cada mes la morosidad agregada de bancos, cajas y cooperativas o cajas rurales, por un lado, y por otro lado, las cifras de los establecimientos financieros de crédito (EFC), especializados en financiar la compra de grandes bienes de consumo.